Cuando nos referimos a BYOD (en español: tráete tu propio dispositivo) se ha puesto de moda, concepto que habilita a los empresarios a utilizar sus propios portátiles, dígase smartphone y tablets en la jornada laboral. Este hecho implica riesgos que Samsung no está dispuesto a tomar, por eso han creado su solución Samsung KNOX para proteger los dispositivos móviles.
KNOX es un conjunto de varios componentes de seguridad. En primer lugar está el Secure Boot, una capa que permite que sólo software autorizado pueda ser utilizado en el dispositivo.
El segundo es Security Enhanced Android, un mecanismo que mejorará la separación de la información basándose en confiabilidad y las necesidades de integridad de la información, dejando aislado información y datos de dominios ajenos y bloqueando así los posibles ataques realizados desde aplicaciones maliciosas.
El tercer componente es llamado TrustZone-Based Integrity Measurement Architecture (TIMA), su función es proporcionar una monitorización continúa del kernel Lunux y que en caso de verse amenazada tomará distintas decisiones para proteger el dispositivo.
Samsung Knox contiene diversas herramientas destinadas a la protección de aplicaciones y datos. El entorno KNOX Container ofrece una interfaz con su propia pantalla de inicio y sus aplicaciones, lanzadores y widgets, que se encuentran separadas de las aplicaciones fuera del contenedor.
En pocas palabras, los usuarios pueden cambiar su entorno personal a su entorno KNOX a través de un icono en su escritorio móvil; en el MWC se realizaron algunas pruebas, en ellas se comprobó que el salto de uno a otro es prácticamente instantáneo. En conclusión, estamos ante un interesante conjunto de componentes para el ambiente empresarial.