Se acaba de poner a la venta en 20 países, el Galaxy S6 y su versión Edge con pantalla sin bordes con el objetivo de enfrentarse al iPhone 6 y recuperar el terreno perdido en el mercado mundial de los «smartphones».
Algunos de los analistas estiman que la cifra de terminales a distribuirse este 2015 podría ascender a 55 millones de unidades.
Corea del Sur, sede del gigante tecnológico, fue el primer país donde estos dispositivos llegaron a las tiendas de Seúl y otras ciudades congregando a miles de usuarios, que estuvieron más entusiastas que el año pasado con el Galaxy S5.
En España los responsables de Samsung señalan que han recibido 100.000 reservas de estos terminales, con una demanda del 50% para cada uno de los modelos.
El precio del Galaxy S6 de 32 GB en Corea del Sur es de 858.000 wones (784 dólares), mientras la versión del Galaxy Edge cuesta 979.000 wones (894 dólares).
Entre las nuevas prestaciones del Galaxy S6 destacan la recarga inalámbrica de batería o el sistema de pagos móviles Samsung Pay, así como una mayor rapidez y una cámara más avanzada.
En todo caso, el diseño es la principal apuesta de la multinacional surcoreana en sus nuevos «smartphones» de gama alta, que cuentan con revestimiento de aluminio y cristal donde el peso de los terminales es de 132 gramos para el Edge y de 138 para el de pantalla plana.
Samsung dijo la víspera que sus expectativas de ventas del S6 son muy superiores en comparación con las del Galaxy S5 del año pasado e incluso rebasen las del S4, el modelo más exitoso de la firma hasta el momento.
Los expertos creen que el futuro a medio plazo de Samsung depende en gran parte del éxito o fracaso del Galaxy S6, ya que la compañía busca recuperar la cuota de mercado perdida en el último año a favor de Apple y los fabricantes chinos.