Recientemente los medios de comunicación han reseñado la sentencia de un tribunal superior alemán que ha dado la razón a Apple en contra de la empresa surcoreana Samsung, prohibiendo a esta que comercialice en el país teutón su tableta Galaxy Tab en sus versiones 10.1 y 8.9, por guardar gran parecido con las patentes del prototipo del iPad que la empresa de la manzana había registrado desde 2004. Samsung ha anunciado que de todas formas sacará al mercado una versión 10.1N, sobre la que todavía no hay una decisión judicial prohibiendo su venta.
Se trata de una de las muchas demandas que Apple ha intentado contra el mayor fabricante de smartphones del mundo, aunque la mayoría de estas han tenido como objeto precisamente supuestas copias del iPhone por parte de diferentes versiones de teléfonos inteligentes de Samsung, entre ellos el Galaxy S II y el Galaxy S Plus.
Samsung, sin embargo, no es la única empresa que ha tenido que pelear contra Apple en los tribunales de varias jurisdicciones, desde Japón hasta los Estados Unidos, pasando por varios países europeos. Las contrapartes de esta última han incluido el gigante de la venta online Amazon.com, por el derecho a usar en exclusiva la denominación App Store. Similar pleito tuvo con la empresa JetGar y en ambos casos la empresa con sede en Cupertino, California, ha salido exitosa.
Tal vez el revés más serio ha sido con la también fabricante de teléfonos móviles, la escandinava Nokia. Apple la demandó un total de 13 veces por violación de patentes y Nokia contra-demandó presentando 10 querellas en contra de la primera. La mayoría de estas acciones legales han sido transadas, básicamente porque Apple ha aceptado desembolsar varias decenas de millones de dólares más un royalty por las ventas futuras de su smartphone. Como vemos, la guerra por el mercado tecnológico no sólo se desarrolla en las tiendas y en Internet, sino también en los tribunales de todo el mundo.